miércoles, 1 de febrero de 2012

-¿Mi destino? La felicidad.

Un día sentí que ya no podía más. Cogí las maletas y me fuí de ese mundo de amargura. Yo misma había ido construyendo ese camino, camino de drogas, camino de envidias, de muertes, de corazones rotos y de pocas amistades verdaderas. Yo misma fui cayendo en esa trampa, que me hizo perder dos de los mejores años de mi vida y fui yo, la que los converti en una auténtica basura, en un puta mierda de destino sin futuro. Pero ese día, en el que ya nada podía ir peor, en el que en mis brazos ya no cabía ni un puto pinchazo más, en el que mi nariz se había destrozado, en la que mis pulmones sólo respiraban humo y malas caras, ese día fué el más inteligente y el día más inolvidable que nunca hubo, ha habido y habrá. Borré las pisadas que llegaban hasta pocos metros antes de la llegada, a la muerte y retrocedí. Y hoy, emprendo un nuevo camino, con otra gente muy diferente, con cariño y amor, y me doy cuenta que hoy sí soy feliz, hoy mi camino tiene un gran futuro hoy, es el mañana y el pasado, en pasado queda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario