lunes, 11 de julio de 2011

Lo sé ...

No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza por su cuerpo.. Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da. Pero además le he visto serio, ser el mismo, y en serio que eso no se puede escribir en un simple texto. Por eso, eso que me cuentas de que mírale cómo bebe las cervezas, y cómo se revuelve sobre las baldosas y qué fácil parece a veces enamorarse. Todo eso de que el puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir viva y a la mierda con la autodestrucción... Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre. Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que el aparezca de golpe y de frente para decirte, venga, levantate, puedes con eso y con mas. No sabes lo que es despertarte y que se retuerza y bostece, luego te abrace y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo. Así que supondrás que yo soy la primera que entiende que pierdas la puta cabeza, sólo por sus brazos o el sentido por sus palabras, o por un mínimo y simple roce de mejilla. Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte, son algo con lo que ya cuento. Quiero decir, que a mí de tios no me tienes que decir nada, que hace tiempo que no existen más para mí. Que yo también le veo, que cuando cruza por debajo del cielo solo la gente tonta mira al cielo. Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior. Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido y en formato secreto. Que me sé sus cicatrices, y todos los sitios donde tiene lunares, y me sé la forma de sus manos, y hasta de su pelo.Que yo también he memorizado su número de teléfono, pero también el numero de sus escalones, y el numero de pasos que hay de su cama a la mía.Que no sólo conozco su último sueño, también los mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo). Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente el, rendido a ese puto milagro que supone que exista. Que le he visto hacerle competencia a cualquier silueta de un tío de la tele: no me habléis de siluetas si no han visto su cuerpo. Que te entiendo. Que yo te hablo sobre lo mismo. Sobre el mismo. Cuántas razones tenemos todos.. Pero yo, muchas más que vosotros.

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